Una conexión lenta no tiene por qué ser culpa de la red

A nadie le gusta estar navegando por la red y notar como la velocidad desciende. Esto se traduce en cargas más lentas, una situación que puede llegar a desesperar a las personas. Si esto lo extrapolamos a una empresa, se puede traducir en una reducción de la productividad. Cuando esto ocurre, siempre se lo achacamos al mal funcionamiento de la red, pero en muchos casos el problema puede ser otro.

La importancia de una buena conexión

Una buena conexión es clave para la mayoría de las empresas y hogares. Hoy en día vivimos en un mundo donde la mayoría de los dispositivos son capaces de conectarse a la red, pero en ocasiones, no pueden navegar por determinados problemas. Hay estudios que afirman que el 89% de los trabajadores pierden tiempo por problemas con Internet, pudiendo llegar a perder hasta 30 minutos cada día.

Hace un tiempo, era habitual ver en las empresas dispositivos tecnológicos conectados a Internet por cable para asegurar un buen funcionamiento. No obstante, actualmente lo común es que las empresas dispongan de dispositivos portátiles y móviles para trabajar más cómodamente. Sin embargo, estos dispositivos no siempre cuentan con un Internet lento. Normalmente esto se debe a que la red no funciona correctamente, por causas externas, como por ejemplo una saturación de la red.

Este problema no suele ocurrir con frecuencia y solo se ha podido observar en momentos clave como la cuarentena, cuando todo el mundo estaba conectado para teletrabajar. Esto puede causar una pérdida de la velocidad y, por ende, de la productividad de los trabajadores. No obstante, este problema suele ser puntual y no suele significar una gran pérdida de productividad a largo plazo. Puede ocurrir también que en una empresa la red tenga una cobertura insuficiente que, al estar tantos trabajadores conectados a la misma, impide que la señal llegue correctamente a todos los dispositivos. Este problema de cobertura se soluciona aumentando la cobertura desde el servicio que la empresa tenga.

Cuando el router o los dispositivos no funcionan correctamente puede haber una pérdida de velocidad también. Si el router presenta fallos, puede ser cambiado, pero el problema está cuando el dispositivo falla. Para detectar cuál de los dos aparatos fallan, lo recomendable es conectarse a la red desde otro dispositivo. Si este recibe una buena conexión, probablemente el problema sea del otro dispositivo y no del router. En este caso se necesitará asistencia técnica. “Un malware puede ocasionar que la conexión funcione de forma incorrecta. Si el dispositivo está infectado con virus es probable que el software deje de funcionar correctamente y se pierda velocidad. Lo mejor es contar con programas de seguridad y un buen mantenimiento informático” afirma Redkom sobre la importancia de un buen antivirus.

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