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Más de 200 empleados de DeepMind, el laboratorio de investigación y desarrollo de Google, han emitido una carta en la que exigen a la compañía que termine sus contratos con organizaciones militares. La misiva, firmada el 16 de mayo, expresa preocupaciones sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) para fines bélicos, lo que, según los firmantes, contraviene los principios éticos que Google estableció al adquirir DeepMind en 2014.
Preocupaciones Sobre el Uso Militar de la IA
La carta no menciona conflictos militares específicos, pero hace referencia al Proyecto Nimbus, un contrato en el que Google proporciona servicios de computación en la nube e inteligencia artificial a las fuerzas armadas israelíes. Los empleados de DeepMind alegan que el ejército israelí utiliza esta tecnología para vigilancia y bombardeos selectivos. Según la carta, la ley israelí obliga a las autoridades a asegurar estos servicios en la nube de Google, lo que plantea un conflicto con los principios éticos de la empresa en torno al uso de su tecnología para fines militares.
Principios Éticos de Google y Tensión Interna
Desde su adquisición de DeepMind, Google ha mantenido que su tecnología de IA no se utilizaría para fines militares ni de vigilancia. La carta destaca una creciente tensión entre la visión ética de DeepMind y la realidad de los contratos comerciales de Google con clientes militares. Los empleados instan a la dirección de Google a respetar sus principios y a tomar medidas para investigar estas acusaciones, bloqueando el acceso militar a sus tecnologías y evitando futuros contratos similares. Hasta el momento, afirman que no han recibido una respuesta significativa de la alta dirección.
Implicaciones para el Futuro de la IA en Google
Aunque solo el 5% de la fuerza laboral de Google ha firmado la carta, este movimiento refleja un descontento creciente dentro de la compañía sobre el uso de la tecnología de IA. La discordancia entre la política ética de DeepMind y las prácticas comerciales de Google subraya un choque cultural y ético que podría tener implicaciones importantes para el futuro de la empresa y su enfoque en la IA.
La situación plantea preguntas sobre el papel de las grandes tecnológicas en el desarrollo de tecnología que puede ser utilizada en conflictos militares y cómo estas empresas manejan las tensiones entre sus principios éticos y las demandas comerciales. La respuesta de Google a estas preocupaciones será crucial para definir el rumbo de su política de inteligencia artificial y su compromiso con la ética en el desarrollo tecnológico.