La pandemia a provocado que los usuarios cambien sus hábitos en ciberseguridad

La llegada de la pandemia supuso un antes y un después en el mercado laboral. La implantación del teletrabajo hizo que los empleados tuvieran que hacer frente a los problemas de seguridad desde sus hogares. Esto, junto con el aumento de los ciberataques, ha provocado que los usuarios hayan cambiado sus hábitos en ciberseguridad.

Según una encuesta reciente realizada por Sophos, el 30% de los usuarios aseguran haber sufrido un ciberataque desde que comentó la Covid-19, una cifra que aumenta hasta el 50% en el caso de las personas que teletrabajan. Entre los ataques más comunes, el de phishing es el que encabeza el ranking.

La pandemia ha puesto sobre la mesa el nivel de vulnerabilidad respecto a la seguridad al que muchas empresas estaban expuestas. Por su parte, el teletrabajo ha dejado al descubierto brechas de seguridad con las que las empresas estaban funcionando y ha provocado que los trabajadores en remoto desarrollen una mayor ciberconciencia en seguridad. Esta percepción los ha llevado a introducir cambios en sus hábitos de seguridad como la aplicación de las actualizaciones de seguridad con mayor regularidad, adoptada por el 47% de los teletrabajadores encuestados, cambiar asiduamente sus contraseñas (45%), realizar copias de seguridad regulares (34%) o proteger los dispositivos empresariales evitando que sean utilizados por personas ajenas a su empresa (31%).

El 94% de las empresas han reforzado su seguridad con el teletrabajo, según perciben sus empleados

La pandemia también ha supuesto un cambio de paradigma en las empresas en materia de ciberseguridad. Más allá de desplegar los dispositivos y conexiones necesarios para trabajar a distancia, muchas compañías han descubierto que ya no es suficiente con implementar las tecnologías más avanzadas, como antivirus de última generación, firewall y protección de correo electrónico, sino que las amenazas actuales requieren de equipos cualificados y de medidas de seguridad adicionales para poder hacer frente a un ciberataque real. De hecho, el 94% de los teletrabajadores españoles creen que su empresa ha tomado medidas de seguridad excepcionales durante la pandemia para reforzar la protección de la organización.

Entre los principales protocolos de seguridad adoptados por las empresas que han percibido los teletrabajadores en España se encuentran la instalación de antivirus de nueva generación, en el 56% de los casos, las actualizaciones de seguridad en el 51% y el refuerzo de las conexiones remotas en el 49%. Otra de las medidas importantes para apoyar a los trabajadores a distancia en España en este periodo ha sido el establecimiento de teléfonos de contacto directo con el departamento de TI, desplegado en el 40% de los casos, para asistir a los empleados frente a cualquier incidente de seguridad mientras trabajan a distancia.

A pesar de los esfuerzos llevados a cabo por las compañías, 1 de cada 4 teletrabajadores españoles considera que su empresa no cuenta con las medidas de seguridad suficientes para un teletrabajo seguro. El punto de mayor debilidad para la protección de las compañías continúa siendo sus trabajadores, que a menudo son el punto de entrada para los cibercriminales mediante ataques dirigidos a los usuarios como el phishing o ataques de spam. Un 12 % de los teletrabajadores encuestados aseguran que no sabrían cómo actuar o simplemente no harían nada y esperarían a que pasase si se vieran implicados en un ciberataque.

En esta línea, la formación en ciberseguridad continúa siendo una tarea pendiente tanto para los usuarios como para las empresas. Un 71,5% de los encuestados aseguran no haber recibido ninguna formación en ciberseguridad, lo que los convierte en posibles víctimas vulnerables de sufrir un ciberataque. Lo mismo se observa en las empresas, ya que solamente en el 19% de los casos, ofrecer formación en ciberseguridad a sus empleados ha sido una medida adoptada por las compañías para ciberproteger el teletrabajo.

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