LaLiga: una cruzada contra la piratería que perjudica a servicios legítimos y a los usuarios

LaLiga ha intensificado su ofensiva contra la piratería audiovisual con una estrategia global que mezcla tecnología, acción legal y colaboración institucional. Sin embargo, tras el brillo de sus campañas y notas de prensa, la realidad apunta a un problema cada vez más criticado: sus medidas de bloqueo no solo son ineficaces, sino que además están afectando gravemente a miles de servicios legítimos y a los propios usuarios.

Mientras la organización presume de detectar y bloquear más de 3.000 emisiones ilegales por partido y de colaborar con gigantes tecnológicos, la realidad es que esos bloqueos masivos están teniendo un efecto colateral preocupante. Empresas y plataformas completamente ajenas al fraude, alojadas en servicios como Cloudflare o Google Cloud, se han visto afectadas por bloqueos indiscriminados.

Cloudflare, una de las compañías más afectadas, no ha tardado en reaccionar. La empresa ha interpuesto una demanda formal contra LaLiga, denunciando la falta de transparencia y el abuso en la aplicación de bloqueos que terminan afectando a millones de usuarios y servicios legales en toda Europa. También de RootedCon se han pedido medida cautelares.

Además, la situación se ha agravado para los clientes de operadores como Movistar y O2, que en los últimos meses han sufrido interrupciones frecuentes en el acceso a múltiples servicios y plataformas web. La situación ha desencadenado reclamaciones masivas de usuarios exigiendo devoluciones económicas por el tiempo en que los servicios no han funcionado correctamente debido a bloqueos impuestos por LaLiga.

Lejos de proteger la industria, estas actuaciones parecen estar creando un ecosistema de censura digital y errores de acceso que dañan la confianza de los usuarios y la reputación de los operadores de telecomunicaciones. La estrategia de bloquear a ciegas cualquier infraestructura que pueda, potencialmente, albergar contenido pirata, sin un análisis fino ni medidas proporcionadas, demuestra una falta de consideración hacia el impacto en el tejido digital.

En lugar de revisar sus métodos y apostar por soluciones más inteligentes y colaborativas, LaLiga sigue emitiendo notas de prensa que buscan justificar lo que cada vez es más difícil de defender: una política de bloqueo masivo que no soluciona el problema de la piratería y que está perjudicando a empresas, plataformas tecnológicas y consumidores por igual.

Mientras tanto, la piratería continúa adaptándose y evolucionando. Pero los servicios legítimos, las pequeñas empresas digitales y los ciudadanos, siguen pagando las consecuencias.

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