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En la historia de la tecnología y la comunicación digital, la primera webcam del mundo ocupa un lugar especial, marcando el inicio de una era en la que la transmisión de vídeo en tiempo real se convertiría en una herramienta cotidiana. Este hito tecnológico tuvo lugar en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, y se le conoce como la «Trojan Room Coffee Pot».
La historia comienza en 1991 en el antiguo Laboratorio de Informática de la Universidad de Cambridge. Los investigadores del laboratorio, ubicado en un edificio distribuido en varios pisos, se encontraban frecuentemente en la situación de caminar hasta la sala conocida como «Trojan Room» para verificar si quedaba café en la cafetera, solo para descubrir que la olla estaba vacía. Para solucionar este problema, que mezclaba la necesidad de eficiencia con un toque de ingenio tecnológico, el equipo, liderado por Quentin Stafford-Fraser y Paul Jardetzky, desarrolló una solución pionera.
Implementaron una pequeña cámara de vídeo apuntando a la cafetera y conectaron esta cámara a su red de computadoras a través de hardware y software especialmente diseñados. La imagen se actualizaba tres veces por minuto, permitiendo a cualquier persona en la red del laboratorio ver el estado de la cafetera en tiempo real desde su computadora. Este sistema, inicialmente concebido para uso interno del laboratorio, no tardó en captar la atención fuera de sus paredes.
En 1993, con la llegada de la World Wide Web a la vida de los investigadores, el equipo decidió hacer accesible la imagen de la cafetera a través de internet. Esto marcó un hito, ya que la «Trojan Room Coffee Pot» se convirtió en la primera webcam del mundo, accesible por cualquier persona con conexión a internet. Este experimento, que comenzó como una solución práctica a un problema cotidiano, se convirtió en un fenómeno global, atrayendo la atención de usuarios de internet de todo el mundo que se conectaban para ver la cafetera en acción.
La webcam estuvo operativa hasta 2001, cuando el laboratorio se trasladó a un nuevo edificio y la cafetera original, ya famosa, fue apagada. Sin embargo, su legado perdura. La «Trojan Room Coffee Pot» no solo resolvió un problema práctico de manera ingeniosa, sino que también demostró el potencial de la transmisión de vídeo en tiempo real, sentando las bases para el desarrollo de futuras tecnologías de comunicación y vigilancia digital.
Hoy en día, las webcams se utilizan en una multitud de aplicaciones, desde videollamadas hasta seguridad y transmisiones en vivo. La primera webcam del mundo en la Universidad de Cambridge es un recordatorio de cómo la curiosidad y la necesidad pueden impulsar la innovación tecnológica, transformando las herramientas cotidianas en pioneras de la era digital.