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En un mundo donde el tiempo es un bien preciado, la planificación de las comidas y las compras puede convertirse en un reto que muchas veces terminamos solucionando a última hora. Esto frecuentemente nos lleva a optar por comida rápida, mientras los alimentos perecederos que compramos con buenas intenciones acaban echándose a perder en el frío olvido de la nevera. Este desaprovechamiento alimenticio no es un caso aislado, sino parte de un problema global que afecta tanto a los hogares como a establecimientos comerciales.
Una novedosa solución tecnológica ha emergido para afrontar esta problemática: la inteligencia artificial generativa. Con tecnología de visión por computadora de Amazon Rekognition y modelos de generación de contenido de Amazon Bedrock, ha nacido FoodSavr. Esta innovadora herramienta sugiere recetas basadas en los ingredientes que ya se encuentran en la nevera del usuario y en productos cercanos a caducar en supermercados adyacentes, ayudando así a optimizar el consumo de alimentos en domicilios y tiendas, con el beneficio añadido de ahorrar dinero y minimizar el desperdicio de alimentos.
El proceso que sigue FoodSavr es intuitivo. Los usuarios suben una foto del interior de su nevera, y mediante Amazon Rekognition, la herramienta identifica los ingredientes disponibles. Basándose en esta lista, un modelo de Amazon Bedrock genera recetas personalizadas, ofrece alternativas para ingredientes faltantes y señala los supermercados cercanos que disponen de los productos necesarios.
La ingeniería detrás de FoodSavr es compleja pero efectiva, involucrando la carga de imágenes a un bucket de Amazon S3, el procesamiento con Lambda y el uso de DynamoDB para el almacenamiento de datos. La generación de recetas se apoya en una tecnología de última generación, garantizando no solo la funcionalidad de las recetas, sino también su atractivo visual.
FoodSavr es un ejemplo tangible de cómo la tecnología puede abordar significativos problemas sociales, como el desperdicio de alimentos. Además, destaca el potencial de la inteligencia artificial para mejorar prácticas diarias, promoviendo un uso más consciente y eficiente de los recursos. Esta herramienta no solo cambia nuestra forma de cocinar, sino que también nos permite participar activamente en la construcción de un futuro más sostenible.