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La reciente entrega del archipiélago de las Islas Chagos a Mauricio por parte del Reino Unido no solo tiene implicaciones políticas y geográficas, sino también un impacto directo en el mundo digital. El dominio .io, asociado hasta ahora al Territorio Británico del Océano Índico, enfrenta un futuro incierto debido a las normativas internacionales que rigen los dominios geográficos de Internet.
La singularidad del dominio .io
Creado en 1997, el dominio .io ha sido administrado de forma privada desde su inicio, desvinculado del gobierno británico que gestionaba las islas. En gran medida, su popularidad se debe a su relación con el término “Input/Output” en informática, lo que lo convirtió en un favorito entre empresas tecnológicas y desarrolladores de videojuegos. Actualmente, cuenta con más de 1,5 millones de dominios registrados, utilizados principalmente por startups, compañías tecnológicas y juegos online como el icónico Agar.io, que popularizó los llamados IO Games.
Sin embargo, las normas de la ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números) estipulan que los dominios geográficos de dos letras solo pueden existir si el país o territorio que representan sigue vigente. La transferencia de soberanía de las Islas Chagos a Mauricio plantea la posible desaparición del dominio .io, siguiendo precedentes como los de Yugoslavia (.yu) y las Antillas Neerlandesas (.an), cuyos dominios fueron eliminados tras la desaparición de esos territorios.
¿Qué pasará con los millones de registros en .io?
En teoría, la desaparición del dominio .io implicaría la migración de sus registros a otro dominio, posiblemente el .mu de Mauricio. Sin embargo, este proceso podría tardar entre cinco y diez años, según los procedimientos de la ICANN. Además, existe la posibilidad de que Mauricio decida mantener el dominio .io como parte de una designación especial para las Islas Chagos, similar al caso de Reunión con Francia.
Otro posible escenario es que el dominio .io se convierta en una excepción, manteniéndose activo a pesar de la desaparición del Territorio Británico del Océano Índico. El precedente del dominio .su, creado para la Unión Soviética en 1990 y aún vigente a pesar de la disolución del país, respalda esta posibilidad. Actualmente, el .su sigue siendo utilizado, aunque mayoritariamente por actores maliciosos, como cibercriminales y entidades asociadas a regiones en conflicto.
La importancia del lobby y los intereses comerciales
La empresa que gestiona el dominio .io, una de las más grandes del sector, podría ejercer presión para mantenerlo operativo. Esto sería particularmente relevante dada la enorme cantidad de registros activos y el impacto económico que tendría su eliminación. La flexibilidad mostrada por la ICANN en casos anteriores podría jugar a favor de la permanencia del .io, al menos en el corto y mediano plazo.
¿Un dominio geográfico convertido en genérico?
Aunque oficialmente el .io es un dominio geográfico, su uso real se asemeja más al de un dominio genérico como .com o .net. Esto ha generado debates sobre si debería tratarse como un dominio geográfico o permitirse su continuidad como dominio genérico independiente, desvinculado de cualquier territorio físico.
Un futuro incierto pero prolongado
Por ahora, los usuarios del dominio .io no tienen razones inmediatas para preocuparse. Incluso si Mauricio solicitara la eliminación del .io de las listas de la ISO, el proceso de transición sería largo y podría extenderse más de una década. Mientras tanto, el dominio continuará siendo un punto de referencia para las startups y desarrolladores que lo han popularizado.
El desenlace dependerá de decisiones políticas, normativas y económicas, pero una cosa está clara: el dominio .io es un ejemplo más de cómo las fronteras físicas y digitales pueden entrelazarse de maneras inesperadas, creando desafíos únicos en el mundo interconectado en el que vivimos.
vía: Fronteras blog y SEOcretos